Caminamos juntos CONTIGO.
Comenzamos el año de la sinodalidad en la Diócesis de Getafe con gran expectación. Venimos de un tiempo que nos ha hecho vivir en muchas ocasiones solos frente a las circunstancias. En una conversación a finales del año pasado con una amiga, una conversación como la que podemos tener todos en esta época con familiares o compañeros de trabajo, ella me decía: “Vivo con miedo”. Miedo, soledad, fragilidad, qué palabras tan difíciles.
El cristianismo porta una novedad en este mundo roto, frágil, aislado. Ser cristiano es un plural porque nos hace caminar en la vida juntos, en comunión, en sinodalidad con otros y siempre a través de una Presencia, Cristo encarnado en nosotros. Hace unos años un amigo me contaba cómo en el cuidado de su anciana madre, con una enfermedad mental, al preguntarle: “Madre, ¿comemos?”, ella le respondía: “Contigo”; al preguntar: “Madre, ¿vamos a pasear?”, ella volvía a responder: “Contigo”.
Esta dependencia es la del cristiano. Nosotros podemos caminar con otros, pero siempre con esta Presencia misteriosa y necesaria, la del Señor. De ahí el lema de este año en nuestra Diócesis, centrado en la sinodalidad: “Caminamos juntos CONTIGO”.
Esta forma de caminar, de vivir, es lo que queremos expresar en este año. Una gran fraternidad rica y bella, donde cada vocación y acento: laicos, asociados en movimientos y asociaciones o que viven su fe en parroquias, sacerdotes, religiosos y consagrados puedan ser protagonistas a través de encuentros, conferencias, exposiciones, conciertos, vigilias y celebraciones eucarísticas.
Que cada uno de ellos pueda expresar su fe en el ambiente en el que el Señor le llama: fortaleciendo un consejo pastoral de parroquia, potenciando un consejo arciprestal de laicos, apoyando instituciones caritativas… Todos tenemos cabida y protagonismo este año, porque nos corresponde ser el crecimiento de la esfera de la vida de la Iglesia en la sociedad.
José Fernández Crespo – Delegado de Apostolado Seglar de la Diócesis de Getafe